Recibí mi primer libro cuando era muy pequeña. De hecho, no recuerdo cuando. El título: Caperucita Roja. A pesar de no ser una coleccionista, llegué a tener unas ocho ediciones distintas del mismo libro. Recuerdo que cada vez que llamaba a mi papá para pedirle un libro, él iba a la librería y compraba una versión distinta del ya mencionado cuento, por eso la gran variedad. Mi edición favorita (o sea, de la que más me acuerdo) era una que el libro tenía la forma de la caperucita. Eso me divertía, pero con el tiempo cambié y mi gusto en libros cambió conmigo.
Mi primer libro de “gente grande” lo recibí como a los 7 años, fue un regalo de mi hermana (aunque creo que fue mi papá quien lo pagó, pero no importa, ella me lo dio). El título: Mariquilla la Pelá y otros cuentos (sí, era uno de esos azules del Barco de Vapor). Recuerdo que era un día de esos aburridos en los que todos mis vecinos estaban haciendo algo y yo estaba en mi casa haciendo nada. Al ver que mi hermana salía, la despedí con mi aún acostumbrado “me traes algo”. Para mi sorpresa, así lo hizo; a mis 19 años eso ya no me funciona. A diferencia de mi amiga la caperucita, este libro tenía menos dibujos y más páginas. Pero lo disfruté y debo confesar que todavía lo hago.
Después de ese libro recibí otros, claro, cada vez con más páginas y menos dibujos; con letras más pequeñas e historias más largas. Con el tiempo eso dejó de importarme. La falta de imágenes me ayudó a recrear las historias a mi manera, me llevó a sitios lejanos incluso a ciertos asteroides donde conocí gente muy rara………Los libros me ayudaron a crecer.
Hoy tengo un gusto muy variado por la lectura, de vez en cuando tomo mi tiempo para leer libros con muchos dibujos, pero a veces me gusta leer argumentos serios, de “gente grande” (pero no como la Mariquilla). Lo importante es que aprendí a disfrutar cada momento de mi lectura, lloro con algunos, otros me ayudan a ser mejor y si quiero me río a carcajadas (a pesar de las miradas raras, creo que ya las superé).
Quise contar esta historia porque los libros forman parte importante de mi vida, no sólo porque ocupan el 60% del espacio en mi casa, ni porque por ellos me pagan (¿mencioné que trabajo en una biblioteca?). Son importantes porque muestran que el mundo puede ser diferente, que siempre hay una alternativa, nos educan, nos entretienen y hasta nos dan trabajo.