11/09/2007

Bound to happen...

Eran las 3:45 de la tarde. Como todos los jueves, salgo un poco tarde del trabajo para dirigirme a toda velocidad a mi casa para alcanzar mi programa de cocina favorito. Todo está normal.......bueno casi todo.


Llegó a la parada de la OMSA de la Nuñez de Cáceres casi con SArasota, no para coger una Omsa sino para esperar un carro público. Llega, le hago la seña debida....me ignoró? No lo sé. Pero siguió de largo viéndome cual bulto abandonado solo para pararse a unos 15 pasos de mí. Me dirijo a el, intento abrir la puerta, nada pasa. Señor -le dije clamadamente- esta puerta no quiere abrir. Finalmente, con su aire de chofer sindicalizado se volteó y haló la soga -literalmente- que al final me abrió la puerta.

Me siento, llegó hasta el fondo, al poco rato tengo que hacerme parte de la puerta pues la sra. de mi lado me da unos golpecitos en la rodilla para que haga más espacio. Y eta doña?-fue lo único que pasó por mi mente.


Sigue el camino, me entretengo viendo un Toyota Camry muy parecido al de una gran amiga.........mencioné alguna vez que vivo en el país de las maravillas, donde todo es posible? Bueno pues lo digo ahora: vivo en el país de las maravillas donde todo es posible.

Dirijo la mirada hacia la otra ventana con la intención de ver los otros carros alrededor. Ligero fallo. Cómo se nota que vivimos en una isla caribeña en vías de desarrollo....un caballo, sí. Estaba en la ventana de la derecha como hubiera estado cualquier chófer de otro carro. Esta globalización -fue lo primero que me vino a la mente-. Eso no es todo. Cuando me fijé bien resulta que había toda una carreta conducida por dos niños y un caballo delantero.

El resto del camino transcurrió tranquilamente, casi durmiendome mientras recordaba mi aventura del día anterior, en la que una mujer vestida de rojo me robó mi carro público. Así fue, fríamente, sin muestra de remordimiento alguno. Vio cómo esperaba que el carro terminara su trayecto hacia mí, y con su expresión calculadora salió corriendo de una esquina y se montó en mi lugar antes de que el carro llegara hasta mí. "Y eta tipa" -fue lo que pensé.

Llegué, sana y salva. ..lista para otra publiaventura........o como sea que se le pueda llamar.

11/06/2007

Se supone que cada semana tiene siete días. De esa podríadmos sacar dos sub-semanas: la semana de trabajo y el fin de semana. A veces la semana de trabajo tiene cinco días, a veces no.

Normalmente el fin de semana tiene dos días. A veces no. Para los que no lo notaron este fue uno de esos de más de dos días (tres para ser exacta).

Mi familia no suele ir de fin de semana, por más largo que éste sea, así que nos quedamos tranquilitos en casa a ver qué se presentaba.

Tenía varios planes. Algunos se dieron, otros no. Pero sí adquirí un poco de aprendizaje, experiencias vividas. Cuando no se puede, simplemente no se puede. Tonta, verdad? Eso es algo que la gente normal aprende como a los cuatro años. Mi problema es que soy muy insistente, porque a veces, sólo a veces veo ciertas posibilidades que según yo los demás no ven. Pues por estar de "tontita insistente" hice que alguien muy cercano se alejara de mí. Yeah, I know I'm a little dumb. Pero, eso pasa.

Ahora ando por ahí, vagando en el desierto....casi sin rumbo (es que eso no se puede perder), pero lamentando ser como soy.

Pero el mundo da muchas vueltas, y el día aún no termina..........

11/01/2007

Zuli, Zuli, Zuli....la odisea

Esta mujer siempre dando de qué hablar....
Hace unos días partió a México en una aventura educativa, se la gozó (no sé que tanto aprendió porque de lo educativo no me contó nada), pasó mucho frío porque en Acapulco bajó la temperatura como a 13 grados. Encima le rajaron la maleta para robarle, suerte que sólo encontraron sus calixos (nunca había escrito esa palabra) y los pinchos de hacerse las anchoas (so, no tomaron nada). En el aeropuerto le repusieron la maleta y Zuli pisó tierra mexicana con grandes esperanzas de aumentar su conocimiento del mundo hotelero al cual ella arduamente se entrega. La comida estuvo bien, el hotel estuvo bien, la semana pasó y Zuli llegó...

Mientras tanto el sábado en Puerto Rico un hombre llamado Noel (de temperamento tormentoso) le impidió a una mujer llegar a Santo Domingo como lo tenía previsto. En estos momentos esa mujer sigue en Pto. Rico con la esperanza de pisar tierra dominicana.

Resulta que Zuli sí llegó a Santo Domingo en el momento previsto, madrugada del lunes. Como todo viajero ansiaba llegar a su casa, darse un baño (para los que no la conocen, ella se baña mucho), y acostarse en su cama (según fuentes externas es muy cómoda).

Ligero fallo, no, gran fallo.

Este tipo llamado Noel, tenía atrapada a la mamá de Zuli en Puerto Rico. Resulta que ella tenía nada más y nada menos que las llaves del apartamento que comparte con su hija, o sea Zuli.

Martes en la tarde. Suena el teléfono, contesto, alguien me saluda, pero no reconozco la voz....disimulo un chin.....Zuli!!!

La pobre criatura apenas andaba con la ropa que tenía en la maleta, ya se imaginarán, no tiene llaves, ni celular, ni carro, NADA, todo está dentro de su humilde morada...

Pero como Zuli es tan querida, su abuela la recogió y la refugió en su casa, hasta nuevo aviso. Es muy difícil para ella, ya que en casa de su abuela, no hay cable, no hay internet, ella no tiene ningún número telefónico ya que todos están grabado en su celular.........(de hecho tuvo que marcar unos 8 números antes de dar con el de mi casa).....

Bueno, gracias a Dios su mamá acaba de llegar, aunque aun no le ha dado a Zuli las llaves del castillo.........lo bueno es que ahora Zuli cuenta con algo más que una maleta.....