6/29/2006

Basura...

Por un momento me sentí frustrada. No entendía el por qué de esa situación que se repetía tantas veces. Una vez más, de vuelta a mi casa en transporte público, el carro se situaba justamente detrás del camión de la basura. El olor a flores (podridas, obviamente) inundaba el vehículo.

Un mes después ya había olvidado ese episodio cuando de repente, al caminar por la calle, sopló una fuerte brisa, muy agradable hasta el momento en que levantó la basura de la calle diresto y en vivo hacia mí. Ok -pensé para consolarme- cualquiera puede ser perseguido en la calle por un montón de basura, eso pasa a cada rato (no estoy segura, pero creo que con eso del consuelo no obtuve el resultado esperado). Me dio un poco, bueno, mucha risa ver la cara del barrendero. No sé si estaba preocupado porque la basura me estaba cayendo encima o porque se le estaba desparramando, francamente me voy por lo segundo.

Dos días después de la persecución volví a montarme en un carro público. Esta vez me desmonté en la entrada trasera de un conocido hotel de la ciudad (cinco estrellas, by the way). Al desmontarme sentí que pisé algo como alcolchado, esponjoso. Oh sorpresa, esta vez me desmonté justo encima de una pila de basura!!!! Dios mío, qué es lo que está pasando?? No recibí respuesta. Esta vez cuando la brisa llegó, en vez de envolverme en basura me refrescó bastante. Como siempre, seguí caminando y riéndome de lo que había pasado, pero también cantando una canción que se me pegó por ahí. Para los que no lo saben, tengo el no tan saludable hábito de hablar sola cuando camino (que no fuera tan malo si la gente no me mirara como si yo estuviera loca). Pues hoy cuando por fin entré al hotel, el guardia, riéndose también, me dijo "usted está muy feliz hoy...." Lo estaba, todavía lo estoy.

En la tarde recibí mi respuesta. No me llegó por mail, ni un mensajito en el celular. Simplemente golpeó mi cabeza como el hambre a mi estómago (y eso es mucho decir). Creo que Dios estaba utilizando su método de metáforas para decirme algo. Nuestro enemigo (basura) puede y siempre quiere envolvernos, pero nosotros podemos ser perseverantes y pisotearlo. Sólo así seremos vencedores. Eso es lo único que se me ocurrió. Una vez más Dios hablándome............a su manera, en su tiempo.....

6/09/2006

Salto en mi cama (o en mi simulacro de cama, mejor dicho). Recuerdo cuando era más pequeña (es que no he crecido mucho) y saltaba en la cama de mi mamá: "Leyla, me vas a dañar el colchón, ya no te sigas tirando". Eso me decía cuando hacía mis saltos "Baywatch", en los cuales me impulsaba desde el pasillo hasta su caer "de clavado" en su cama (entre comillas porque clavado nunca fue) .
Pausa. Se me escapan los pensamientos. Me paro y salto un poco más. Esta vez algo cae de mi colchón (ya no puedo llamarle cama). Voila! Un libro. No me molesté en ver cual es. Qué hace ahí? Simple. Tengo la costumbre de acostarme y leer un poco, cuando me duermo dejo mi celular, libro y lentes al lado de mi almohada. Todo es retirado en la mañana, pero a veces puede crearse un cúmulo de libros no deseado....Otra cosa que a mi mamá no le agrada...vas a aplastar los lentes-suele decir. Mi hermana dice que, según el Feng Shui, el dormir con libros en la cabecera te roba energías. No lo creo. Estoy demasiado apegada a mis viejos hábitos. Además ella dice que cuando es que voy a crecer, yo le digo que no hoy. Eso le molesta, pero que puedo hacer? Nada más que reír..