Cuando estoy en alguna alabanza me da un poco de pena el hecho de que alabamos a Dios con las mismas palabras de siempre, provocando que a veces la alabanza sea algo como esto: eres grande, bueno y poderoso; eres grande, bueno y poderoso; eres grande, bueno y poderoso....un círculo vicioso no quiero ofender a nadie, a mí me pasa eso a cada rato, pero lo cierto es que a mí me gusta decirle piropos originales o compararlo con utensilios de la vida cotidiana para evitar caer en ese hoyo negro. Como Dios suele hablarme hasta cuando yo no le estoy hablando, esta mañana en el salón, mientras me secaban el cabello, me inspiró a verlo en diferentes objetos. He aquí el resultado.

Dios es:
Mi tarjeta de crédito: paga todas mis deudas.
El cajero ATH: está para mí las 24 horas del día.
Mi shampoo anticaspa: cuando lo uso siento que me deja totalmente limpia.
El blower: a veces me quema y duele, pero siempre busca los mejores resultados.
Mi cepillo de cabello: siempre quita el lío de nudos de mi cabeza.
Mi bulto: carga con todo lo que llevo.
El motoconcho: lo puedo ver en todas partes.
Mi celular: cuando alguien me llama soy yo quien decido si tomo la llamada.
El liquid paper: si me equivoco no importa, siempre puedo acudir a el para que borre el error.
El mentol: quita todos los dolores.
El libro de matemáticas: a veces no entiendo lo que dice, pero al final siempre aprendo algo.
El semáforo: pone la luz roja cuando es peligroso seguir adelante, pero yo decido si parar o no.
Una voladora: todo el mundo cabe.
Mi capa de Mickey Mouse: me protege en los días de lluvia.
Mi cama: donde siempre me puedo tirar a descansar.

Como ven, hay muchas formas de decirle cosas lindas a Dios. Lo que pasa es que hay que descubrirlo a nuestro alrededor. Para mí El es muchísimo mejor que un Yogen de oreo con cono (eso mucha gente lo sabe). También me gustaría pegarme a EL como el chicle en el cabello para nunca alejarme de su lado.........si Dios es original, por qué no serlo nosotros también???