En mi entrenamiento en la NASA nadie me dijo que este tipo de cosas podría pasar. Creo que por eso fue que mi padre lloró el cuando me vio partir en mi primera aventura, me imagino que pensó: “mi pobre hija, ni se imagina lo que le espera”. De todas formas, como algunos de los que leen este blog comparten mi situación de “peatón” (quiero decir, usuario autorizado de transporte público) quiero compartir algunos consejos de utilidad:
Si siente un olor muy fuerte (comúnmente conocido como “bajo”) no tema, eso significa que el chofer decidió situarse justo detrás del camión de la basura.
Si usted padece de asma o cualquier otra alergia (como la pituita) procure no situarse en la ventana porque si llueve se mojará inevitablemente (aunque logre cerrar la ventana....si hay claro). Además, si pasan cerca de una construcción usted podría darse un “pase accidental de polvo”.
Si tiene un examen no espere a repasar la últimas páginas de su material puesto que a su lado siempre habrá alguien más interesado en su lectura que usted mismo.
Cuando se refiera a dinero entero tome en cuenta que en “lenguaje choferil” esta expresión se refiere únicamente a las papeletas de $100, ni se le ocurra sacar una de mayor valor. Ser desmontado de un carro público puede ser vergonzoso (ver J. R. Reyes).
Antes de montarse realice varios ejercicios de estiramiento, puesto que usted podría ser exprimido como un suape.
Si es muy reservado, prepárese, pues escuchará temas tan controversiales como lo divertido que es pegarle los cuernos a alguien (.............lo que hay que oír).
Qué decirles?? Todo esto lo he aprendido en mis aventuras por la ciudad.......última recomendación?? si usted es una persona que se ríe mucho haga lo posible por controlarse, ya que alguien lo mirará raro o le cortara los ojos (ayer casi me dan golpes...si las miradas mataran....)....