Back to "normal"

Las vacaciones han terminado. Estoy de vuelta en mi trabajo, empezaron las clases, mi mamá ya está por regresar...etc, etc, etc. El círculo de la vida sigue su camino.

Pero qué es normal?? Andar por la calle, escuchando música en un Ipod que conseguiste por casualidad y cantar, emocionada, tu canción preferida? Bueno, para mí sí. Es que lo totalmente normal no existe, lo que se vive es sólo la costumbre, la misma monotonía del día a día. Lo más grande del caso es que hay quienes defienden su monotonía, más por comodidad que por otra cosa, creo.
Por ejemplo, cuántas veces me topo en la calle con un desconocido que, viéndome la cara de perdida, me agarra de la mano y me ayuda a cruzar la callle (sí con triple "l")? La verdad es que creo que se dio cuenta de que lo estaba usando como escudo.......mi eterna teoría de que si chocan primero al que está a mi lado a lo mejor yo me salvo........lo siento es sólo un pensamiento desajustado. Aunque, siendo mi blog, no debería disculparme, pero la educación y buenas maneras nunca están de más...

Bueno, para salirme un poco del esquema, y vean que yo también me sacrifico por los demás (esto es sólo para contrarrestar mi teoría del choque), resulta que el otro día le presté mi sombrilla, a mi jefe, dizque para que no se mojara. Bueno, el la abrió y francamente, lo primero que se vio fueron dos alambres, cual instrumentos criminales saliéndose de mi inocente artefacto. Me miró con una cara de inocencia/miedo/misericordia. Sinceramente no sé si el fue quien la rompió o si estaba así, pero la verguencita fue la misma. Aun así la utilizó.
Horas después me encontraba en el semi-aguacero, con la esperanza de encontrar un carrito público (as always) vacío, pero no, no pasaba...decidí caminar a un área más despejada a ver si tenía suerte, bueno digamos que tuve que cruzar la Bolívar, pasar la 27 de Feb., y casi llegar al Supermercado Nacional, para salir "juyendo" (sin perder el glamour, claro) detrás de un carro, totalmente vacío, que salió de la nada....."dile que me espere" le voceé a la joven que se montaba.....lo más conmovedor de la historia (y de hecho, lo que me motivó a contarla) es que todo ese tiempo yo, Leyla, me estuve mojando en la lluvia solamente para evitar herir a alguien con los metales salientes de mi sombrilla. WAO! Lo sé, el sacrificio fue engrandecedor, el frío congelador, el chofer mi salvador (Jesús en carro público!!!).....

Bueno, ahora ando con un paragüas casi más grande que yo, tamaño familiar (y me refiero a una familia como la de Mariví=8), y que además me dificulta la entrada a todos los carros de transporte público (para ponerlo más fino)...