Eran las 3:45 de la tarde. Como todos los jueves, salgo un poco tarde del trabajo para dirigirme a toda velocidad a mi casa para alcanzar mi programa de cocina favorito. Todo está normal.......bueno casi todo.
Llegó a la parada de la OMSA de la Nuñez de Cáceres casi con SArasota, no para coger una Omsa sino para esperar un carro público. Llega, le hago la seña debida....me ignoró? No lo sé. Pero siguió de largo viéndome cual bulto abandonado solo para pararse a unos 15 pasos de mí. Me dirijo a el, intento abrir la puerta, nada pasa. Señor -le dije clamadamente- esta puerta no quiere abrir. Finalmente, con su aire de chofer sindicalizado se volteó y haló la soga -literalmente- que al final me abrió la puerta.
Me siento, llegó hasta el fondo, al poco rato tengo que hacerme parte de la puerta pues la sra. de mi lado me da unos golpecitos en la rodilla para que haga más espacio. Y eta doña?-fue lo único que pasó por mi mente.
Sigue el camino, me entretengo viendo un Toyota Camry muy parecido al de una gran amiga.........mencioné alguna vez que vivo en el país de las maravillas, donde todo es posible? Bueno pues lo digo ahora: vivo en el país de las maravillas donde todo es posible.
Dirijo la mirada hacia la otra ventana con la intención de ver los otros carros alrededor. Ligero fallo. Cómo se nota que vivimos en una isla caribeña en vías de desarrollo....un caballo, sí. Estaba en la ventana de la derecha como hubiera estado cualquier chófer de otro carro. Esta globalización -fue lo primero que me vino a la mente-. Eso no es todo. Cuando me fijé bien resulta que había toda una carreta conducida por dos niños y un caballo delantero.
El resto del camino transcurrió tranquilamente, casi durmiendome mientras recordaba mi aventura del día anterior, en la que una mujer vestida de rojo me robó mi carro público. Así fue, fríamente, sin muestra de remordimiento alguno. Vio cómo esperaba que el carro terminara su trayecto hacia mí, y con su expresión calculadora salió corriendo de una esquina y se montó en mi lugar antes de que el carro llegara hasta mí. "Y eta tipa" -fue lo que pensé.
Llegué, sana y salva. ..lista para otra publiaventura........o como sea que se le pueda llamar.
2 comments:
c'est la vie de mon pais....
margaret
ja ja ja!! esa es la vidad que uno lleva alla en RD . la verdad que me pusiste muyyy pegao a mi pc ; par leer tu historia , esa bien bien chida ....
oye tu ta pasa de cotorra .. jjaa jjja jja jja jja
na chillin ; hay te dejo mi blog ,tlavez podemos intercambiar informacion de aqui pa lla !!
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