8/17/2008

The one with the rainy birthday..

Nunca voy a entender como un día que se suponía sería perfecto terminó siendo tan imperfecto. Paradojas de la vida. Esta es la historia de un cumpleaños que, en un momento se vio arruinado por una tormenta que lejos de amainar a tempranas horas trajo la suficiente lluvia como para aguarme la fiesta (y eso es mucho decir).
Perfecto –me dije a mí misma- si no se puede hoy será mañana. Claro que en ese momento no estaba pensando en la sorpresita que me darían mis amigos.
El sábado amaneció lloviendo como hacía tiempo que no llovía. Me desperté un poco más tarde de lo normal, sólo para escuchar a un vecino pelear con una agente de Edesur sobre una parente avería en su edificio. Tengo que decirlo: entre las malas palabras y el griterío no fue precisamente un momento Kodak.
Así empecé el día, ya no con muchas ganas de ir a bailar pero sí con la mente de salir a cenar con mis amigos. Pasó la lluvia, pasaron las horas y salió el sol.
Llamé a mi gente, no a todos, pero a los que pensé que irían. Dos de ellas no aparecieron, una me llamó para decirme que sí, que iría a donde yo decidiera ir, a la otra no la dejaron ir dado el día “de disturbios”, las 1+1 dijeron que irían, a otra la llamé y quedó en devolverme (cosa que nunca hizo) y así me dispuse a cambiarme para pasar un buen rato.
Pasó el tiempo, cayó la noche y llegó la hora de partir. Mi amigo y hermano José me recogió en mi casa y fuimos al restaurante. Al llegar, gracias a Dios antes de desmontarme, llamé a mis amigos una vez más para confirmar. No, no vamos –me dijo una de ellas-. Y ese singular “no” significaba tres personas menos. Entonces seremos sólo cuatro –pensé-. Llamé a mi otra amiga, que iba con su novio y que, además me había pedido que le llamara cuando estuviera en el restaurante. “Ah –yo voy a ver si paso más tarde porque no ando en mi carro, sino que andamos con unos amigos”. Quedé perpleja, no se si fue más el enojo o lo mal que me sentí. Nadie, excepto por José, iba a mi cena de cumpleaños. Volví a llamar a mi amiga y le dije que lo olvidara, que ya no me iba aquedar en el restaurante (de todas formas ella ni estaba segura de poder ir, lo que comprobé más tarde). Irónicamente, y me supongo que en un acto de piedad, me sugirió que fuera al cine. Sí, lo se, se pasó. Aunque en la vida cotidiana ella suele ser muy responsable.

Pero eso no importa, porque a partir de ahí las cosas se fueon arreglando. Como el bizcocho era un tanto grande, por así decirlo, decidí ir a casa de una de mis amigas, donde, dada la cantidad de personas que allí habitan, sería de un tamaño suficiente. Le dije que llevaríamos la cena, y que estaríamos en unos 20 minutos en su casa. Pasamos por la pizzería, pedimos y nos sentamos a esperar la orden. En eso apareció Sebastián. Un niño hambriento que estaba antojado de una pizza. Consiguió el dinero de formas milagrosas y ordenó su pizza personal de pepperoni. En eso llegó nuestra pizza y nos marchamos.
Debo confesar que la pasé bien aunque no era lo que tenía pensado. Estuve con mis amigos inseparables, hablamos pleplas, como de costumbre, nos pusimos al día y hasta salí de allí con un nuevo pasatiempo. Además de que me prestaron un libro que ya empecé a leer.
La vida da muchas vueltas, lo bueno es aprender de los errores, y saber tornar una experiencia no tan buena en una muy buena y grata.

Eso es todo por hoy, será hasta la próxima....

3 comments:

J.R. Reyes said...

Leylis, como ya te dije hasta medio irónico resultó todo. Pero, al final esta será otra de nuestras miles de historias...Ya nos veremos en un futuro no muy lejano muertos de la risa por el asunto. Lo que sí es verdad es que al final la pasamos super bien y pensandolo bien quedó como capítulo de serie de tv (la toma final sería nosotros en la salita de Mariví y la cámara alejandose hasta hacer un fade out) :p

I Love u forever,
I like u for always.
As long as Im living,
My friend you will be.

Unknown said...

Aurelia, tenia tiempo que no pasaba por aqui...al leer esto me vino a la mente algo que lei hace poco...Dios pone en nuestro camino muuuchos obdtaculos para que cuando lleguemos a la meta todo sea alegria y amor, apesar de las tristezas y desencantos que pasemos durante el camino.

Bueno, besos y bendiciones para ti, me hubiese encantado estar contigo ese dia.

Arantza Reedan said...

Hahaha! Ey pero la pasamos bien atento a relajo. Me reí muchísimo ese día, que recuerdo que les conté de los mensajitos pateticos aquellos (que a fin de cuentas no eran del 'cocote jabao').

Pero be'tia como dice Michelle, Dios pone ese tipo de pruebitas. Y quién sabe? Maybe you were meant to spend your b-day with us! Which I really liked.

Tu blog es muy cool, y en una velada nublada como la que nos toca el dia de hoy, makes thing brighter and warmer.

Keep up the great work!